Iliana Scheggia

FÓSILES URBANOS

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MEMORIA ESCINDIDA

ARQUEOLOGÍA DE LA POSMODERNIDAD EN RUINAS

Con X-CHANGE ART PROJECT

Curaduría: Luisa Fernanda Lindo

Sala Raúl Porras Barrenechea, Centro Cultural Ricardo Palma

Miraflores, Lima - Perú

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Este proyecto nace a partir de una experiencia personal y es la que fue vivir durante tres años en una Unidad Vecinal en la ciudad de Piura, desde 1976 a 1979 cuando yo apenas tenía 4 años.  En mi memoria han quedado los recuerdos de aquellos bloques minimalistas que se repetían sobre el terreno cuadriculado tan meticulosamente planeados y que estaban rodeados por jardines y áreas comunes que me permitían cierta libertad de desplazamiento e interacción con mis amigos sin supervisión de adultos. Luego, de regreso a Lima, mis padres se mudaron a una urbanización frente a la Unidad Vecinal de Mirones, así que otra vez los patrones repetitivos y austeros en viviendas se hacían presente en mi vida.

Para este proyecto empiezo una búsqueda de información para comprender las razones que llevaron a la construcción  de, no sólo la unidad vecinal de Piura sino una serie de otras construcciones que se iniciaron dentro del plan del Proyecto Moderno Peruano, el cual era impulsado por arquitectos que exploraban entre las  distintas formas de responder a las necesidades de la sociedad industrializada.

Luego de esta investigación decido trabajar con dos modelos de unidades vecinales, la Unidad Vecinal de Mirones y la Unidad Vecinal #3 ambas ubicadas en la Avenida Colonial en el cercado de Lima y que están dentro de mi ruta de movimiento cotidiana, por lo tanto son familiares para mí.  Tanto, que a pesar del tiempo, el desgaste y decadencia que se evidencia en su construcción y uso, nunca había pensado que uno de sus bloques pudiera transformarse y dar vida a otro conglomerado de viviendas en sí. Hace un par de años lo que solía ser el cine Mirones fue vendido y se construyó un edificio con más de 100 departamentos ahí, eso me llevó a pensar en la unidad fragmentada que da origen a fragmentos que se convierten en unidades que podrían fragmentarse así hasta el infinito, me llevó a pensar en fractales.

Transfiero los planos de cada unidad vecinal a una piedra construida en cerámica de alta temperatura, una con forma orgánica y la otra con una geometría contundente. La cerámica sin adornos, sin esmaltes, me remite a fósiles, recipientes de memoria que esperan ser descifrados para comprender el pasado. Acompaño estas piezas con otras dos piezas planas elaboradas con grabado láser sobre acero inoxidable que exponen dos detalles de este proyecto, una escalera y la isometría de una tipología de las viviendas.

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Nota: Las piezas cerámicas fueron trabajadas en el Taller Escuela de -Sonia Céspedes Rossel.